Los diez libros de Diógenes Laercio: Chilón

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CHÎLON.

1 Chîlon, hijo de Damageto [1], fue Lacedemonio. Compuso algunas Elegías hasta en 200 versos. Decia, que las previsiones que se pueden comprehender por raciocinios, son obra del varon fuerte. A su hermano, que se indignaba de que no le hacian Eforo [2] siendolo él, respondio: Yo sé sufrir injurias; pero tú no. Fue hecho Eforo hácia la Olimpíada LV.; aunque Panfila dice, que en la LVI.; y que fue primer Eforo [3], siendo Arconte Eutidemo, como dice Sosícrates. Que establecio el primero, que los Eforos estuviesen unidos al Rey: bien que Satiro dice que esto lo habia establecido ya Licurgo. Herodoto dice en el libro primero, que estando Hipócrates [4] sacrificando en Olimpia, como las calderas hirviesen por sí solas [5], le aconsejó Chilón que no se casase, ó dexase la muger si era ya casado, y abdicase los hijos.

2 Dicese que preguntandole Esopo, qué era lo que hacia Jupiter, respondio: Humilla los excelsos, y eleva los humildes. Preguntado, en qué se diferencia el sabio del ignorante, respondió: en las buenas esperanzas. Qué cosa era dificultosa, respondió: guardar el secreto, emplear bien el ocio, y sufrir injurias. Daba los preceptos siguientes: Detener la lengua, singularmente en convites: no hablar mal del proximo, si no queremos oir de él cosa que nos pese: no amenazar á nadie, por ser cosa de mugeres: acudir primero á los infortunios que á las prosperidades de los amigos: casarse sin pompa: no hablar mal del muerto: honrar los ancianos: guardarse de sí mismo: escoger antes el daño que el lucro torpe; porque lo primero se siente por una vez; lo segundo para siempre: no burlarse del desgraciado: el poderoso sea humano, para que los proximos antes le celebren que le teman: aprender á mandar bien su casa: no corra la lengua mas que el entendimiento: reprimir la ira: no perseguir con baldones la adivinacion: no querer imposibles: no apresurarse en el camino: no agitar la mano quando se habla, por ser cosa de necios: obedecer las leyes: amar la soledad.

3 Entre sus Adomenos [6], éste fue el mas plausible: Por la piedra de toque se exâmina el oro, dando prueba de sus quilates: y por el oro se prueba el ánimo del hombre bueno, ó el del malo. Refierese que siendo ya viejo, decia que no se acordaba de haber obrado en su vida injustamente: solo dudaba de una cosa, y era, que habiendo una vez de condenar en justicia á un amigo, y queriendo proceder segun las Leyes, le instó á que le recusase; y asi cumplio con la ley y con el amigo. Fue celebradisimo especialmente entre los Griegos, por haber predicho lo de Citere, isla de Laconia; pues teniendo observada su situacion, dixo: ¡Oxalá nunca hubiese exîstido; ó bien se hubiese sumergido acabada de nacer. Tenia bien previsto lo que despues sucedio; pues Demarato, huyendo de Lacedemonia, aconsejó á Xerxes pusiese sus naves en esta isla. Y si Xerxes lo hubiera executado, ciertamente hubiera Grecia venido á su poder. Pero despues Nicias en la guerra del Peloponeso ganó la isla, la hizo presidio de los Atenienses, y causó infinitos daños á los Lacedemonios.

4 Era Chîlon breve en el hablar; por cuya causa Aristágoras Milesio llama Chîlonio á este estilo; y dice que tambien lo usó Branco, el que construyó el templo de los Branchîdas.

5 Hácia la Olimpiada LII. era ya viejo: en cuyo tiempo florecia Esopo el compositor de Fabulas. Murio, segun dice Hermipo, en Pisa, dando la enhorabuena á su hijo que habia salido vencedor en los Juegos Olímpicos, en la lucha de puñadas. Murio del excesivo placer, y debilidad de la vejez. Todos los del concurso lo honraron en la muerte. Mi Epígrama á Chilon es el siguiente:

Á ti mil gracias, Polux rutilante,
Con cuyo auxîlio de Chîlon el hijo
Consiguio el acebuche siempre verde,
En lucha de puñadas. Si su padre,
Al contemplar al hijo coronado,
Murió de gozo, nadie le condene:
¡Dichoso yo, si tal mi muerte fuera!

Á su imágen se puso esta inscripcion:

La fuerte en lanzas, y valiente Esparta
Sembró á Chîlon [7], primero de los Siete.

Apotegma suyo es: Prometes? cerca tienes el daño. Suya es tambien esta breve carta.

Chîlon á Periandro.

6 „Escribesme sobre la expedicion que quieres emprender contra los que de ahí estan ausentes, en la qual irás tú mismo. Yo juzgo que un Monarca tiene en peligro hasta las cosas de su casa; y tengo por feliz al Tirano que muere en su cama sin violencia.


  1. Stobéo lo llama Pageto. Suidas nombra cierto Damageto de Herecléa.
  2. Era esta dignidad entre los Lacedemonios un Magistrado anualmente elegido, compuesto de cierto numero de individuos, para moderar la exôrbitante libertad y capricho de sus Reyes. A semejanza de los Eforos crearon los Romanos sus Tribunos de la plebe. Los Eforos se hicieron despues un Magistrado tan poderoso y absoluto, que declinó en insolente, y no se levantaba á presencia del Rey. Aun llegó á arrogarse la potestad de ponerle preso en caso necesario. Por estos excesos de poder usurpado, dice Plutarco, que Cleomenes hijo de Leonidas quitó los Eforos.
  3. Entiendo, el principal de los de aquel año; pues la primera institución de este Magistrado fue sin duda mas antigua.
  4. Hipócrates el padre de Pisistrato.
  5. Antes de encender el fuego.
  6. Vease la nota 11. á la Vida de Tales, pag. 20.
  7. εφύτενσεν, plantó, sembró; y por translacion, procreó, produxo